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"Cuando el ánimo está cargado de todo lo que aprendimos a través de nuestros sentidos, la palabra también se carga de esas materias. ¡Y como vibra!"
José María Arguedas

viernes, 21 de octubre de 2016

Publicaciones: Fuscán número 20: Lo político, más allá de lo ambiental.

Celendin, 13 de octubre de 2016.- El artículo que sigue, publicado en Fuscán número 20 Setiembre - Octubre de 2012, fue escrito por el compañero Leo Silva quien fue integrante del Comité de Apoyo a Celendín en la ciudad de Lima. Ahora, el compa, acompaña la lucha, como no podría ser de otra manera, como dicen, desde el lugar de los hechos".

V

Conga: lo político más allá de lo ambiental

Cuando el 28 de julio del 2011 Ollanta Humala juraba el cargo de Presidente de la República por la constitución de 1979, muchos pensamos que el país lograría el verdadero retorno a la constitucionalidad vulnerada el 5 de abril del 92 que ni Paniagua, Toledo ni Alan lograron poner punto final. Aunque el imperio de una Carta Fundamental de por sí no garantiza la instauración de un verdadero Estado Constitucional Democrático y Social, y muchos por el contrario lo relacionan con la década perdida de los 80, la juramentación de Humala por la del 79 significaba un tiempo nuevo de pleno imperio de la democracia, de los derechos humanos y de una nueva relación con los actores sociales postergados por un Estado que desde los 90 solo existe para el desarrollo del mercado, cual panacea para resolver los problemas sociales persistentes a despecho del famoso chorreo o reducción de la pobreza desde variables cuantitativas, pero que no necesariamente reflejan una real reducción de las desigualdades sociales, medibles cualitativamente y que tiñen la conflictividad socio ambiental en el país.

El Programa de la Gran Transformación no se encontraba en la Hoja de Ruta que contribuyo al triunfo del candidato nacionalista en la segunda vuelta, y efectivamente era de esperar que la permanencia en el MEF y en el BCR de los agentes del modelo económico, era un síntoma de que esa declaración del día de la toma de mando solo fuera un saludo a la bandera.

Se podrá decir que establecer una relación entre el retorno a la Constitución del 79 y el tema de Conga son cosas tiradas de los cabellos, que el radicalismo ambiental del que hoy es acusado el pueblo cajamarquino, que rechaza mayoritariamente el proyecto Conga, no tiene referente en el debate histórico constitucional. Pero si este argumento es verdad y se encuentra en agenda el tema del Derecho Constitucional al Agua. Pero más allá de ello, el tema está en el deficiente institucionalidad, en la carencia de ese Estado Democrático y Social que es el que establece esa fructífera relación con la las demandas de la población.

La forma como los gobiernos democráticos post fujimoristas han afrontado esa relación con la sociedad, tiene en el problema de Bagua el pico más alto de desentendimiento con las demandas por la defensa del medio ambiente, que en su lucha han conseguido desarrollar una nueva área de estudio interdisciplinario que es la resolución de conflictos socio ambientales.

Se dice que en Bagua hubo una emboscada planificada a los agentes del Estado; que detrás de estos conflictos existen motivaciones y promotores políticos. ¿cuál sería la novedad?, Ello es consustancial a las relaciones sociales y políticas en la historia. Los movimientos políticos que han llevado al poder a los presidentes democráticamente elegidos: Belaunde, Paniagua, Alan García y el mismo Alejandro Toledo tienen su origen en situaciones de combustión social. El aprismo estalla en las jornadas del 23 de mayo de 1923, contra la reelección de Leguía. Acción Popular tiene sus orígenes en las jornadas de junio de 1956 al impedirse la inscripción de la candidatura de Belaunde, y Toledo se catapulta como figura presidencial a raíz de la marcha de los 4 suyos.
Que hay movimientos políticos “detrás” de la lucha de Conga es una subestimación a la inteligencia y al sentido común de los cajamarquinos, y de los peruanos en general. Los momentos emblemáticos mencionados son escenarios de coyuntura que se entrelazan en los procesos sociales dentro de la historia del Perú. Resulta patético que se culpe del problema de Conga a los señores Arana, Santos y Saavedra. El movimiento de Conga, como los escenarios antes descritos, son movimientos sociales, inevitablemente: políticos. Quién sabe qué cobertura o influencia alcance, dimensión regional o carácter nacional, pero lo que está claro es que no solo responde al papel de sus líderes, si no a un proceso más complejo, motivado principalmente por la pésima relación de Yanacocha con las comunidades cajamarquinas.
Fenómeno muy distinto al de las formaciones políticas de las que hablamos o del presente movimiento de Conga es el fenómeno del terrorismo genocida de Sendero Luminoso, donde efectivamente la caída de su dirección política marcó el derrumbe de su existencia. El conflicto de Conga es un conflicto social que tiene una motivación socioambiental, que es el nuevo escenario de los conflictos contemporáneos, no solo en el Perú, sino en los demás países de Latinoamérica y el mundo, que tiene como esencia la denuncia contra el extractivismo extremo que contribuye a la pauperización de la calidad de vida en el planeta.

La respuesta cínica e inconsecuente, desde la otra ribera, es el manifiesto conservador de “El perro del hortelano” de Alan García, que pretende negar el desastre causado por la minería formal e informal y la tala indiscriminada, poniendo en un solo saco a los defensores ambientalistas y colocándoles un rótulo de rojos vestidos de verde, que buscan oponerse al desarrollo y a la prosperidad. Ese es el discurso que mantiene este gobierno, totalmente contrario al espíritu del juramento por la Constitución del 79 del 28 de julio del 2011.

Con ese discurso pretende imponer un proyecto rechazado por la población de Cajamarca, y que ha derrumbado a dos gabinetes ministeriales. El gabinete Lerner traído abajo por la presión del poder económico, e imponiendo a un ministro como Valdés, canterano del fujimontecinismo en su concepción ideológica y accionar político. Gabinete criminal, responsable de la muerte de 5 cajamarquinos, uno de ellos menor de edad; responsable desde meses antes, de la postración que sufre Elmer Campos, actualmente abandonado en estando tetrapléjico y sin dejar de señalar la emblemática golpiza a Marco Arana.

Con el nuevo año de gobierno del Presidente Humala ha llegado el gabinete Jiménez que tiene la responsabilidad de asumir las demandas de la población cajamarquina o de persistir en imponer un proyecto minero que es rechazado por la mayoría de la población de Cajamarca. La “suspensión” de las operaciones del Proyecto Conga, que, a pesar de ello, continua con la construcción de los famosos reservorios que dizque aseguraran diez veces más agua para Cajamarca no reflejan que el nuevo gabinete entrañe un cambio de fondo, no solo en el tema de Conga, ni en la manera como el gobierno afronta esa nueva relación Estado - Sociedad.

El retorno a la institucionalidad democrática sería el retorno a la Carta del 79 o al de una nueva Constituyente, pero ello requiere de un “sentimiento constitucional” que mayoritariamente no existe. Y eso se sabía desde que en el proceso electoral se hizo el cambio de la Gran Transformación por la Hoja de Ruta. Pero para que este cambio se cumpla a cabalidad se necesita que el gobierno desista en imponer a Cajamarca un proyecto que la mayoría de la población rechaza.
 
Fotografía: PIC.

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